Desde hace casi 9 años Mathilde vive en Sevilla. Su formación en el Institut d’Arts Visuels en Orléans (Francia) ha sido sólo el primer paso hacia un largo recorrido artístico multifacético.
Incluso tu pasión por la danza africana se coloca en tu recorrido creativo.
Exactamente. Tras terminar los estudios académicos, me apunté a un curso de danza africana. Finalmente tuve la sensación de poder desahogar aquella energía que había estado acumulando hasta aquel momento, una energía que pronto canalicé en el dibujo. Fue una necesidad antes de todo física, por eso utilicé soportes muy grandes (papel de embalaje, por ejemplo). Mientras dibujaba en tamaño natural mis compañeros del curso de danza africana, tenía sus propias sensaciones: transponía en los colores aquellos juegos de tensión, equilibrio y desequilibrio que sentía yo misma en las clases.
¡Qué interesante!
Efectivamente tus pinturas de bailaores flamencos expresan increíblemente el sentido del movimiento. Sevilla te ha inspirado mucho en hacer eso, ¿no?
Bueno, llegó un momento en el que necesitaba un recurso de dinero adicional y busqué inspiración en todo lo que hacía parte de mí, adentro y fuera: esta ciudad, la cultura local, el turismo, el movimiento… Todo esto me llevó a una única cosa: el flamenco. Y fue así que empecé a vender las pinturas de bailaores flamencos como si fueran churros.
Quien los conozca estará lamiéndose el bigote! (sonrío, babeando)
Afortunadamente para mi cintura, conozco mejor tus creaciones flamencas.
Hay también animales acuáticos entre tus creaciones, ¿verdad?
¡Sí! Quería poner la atención a la coexistencia de muchas especies en nuestro planeta. Además, el mar es una parte importante de mi vivencia (mi pueblo de origen es una localidad costera).
Con los animales acuáticos te acercaste al estilo de tus últimas creaciones (estupendas).
Gracias. Con toda la situación relacionada al Covid, entré en una nueva etapa creativa que representa para mi una autentica novedad: aquella manera de pintar con el cuerpo en tensión y la espontaneidad de la realización fue substituido por la concentración y la paciencia, y esto se reflejó en un cambio de estilo que de momento es más geométrico y puntillista.
Hoy en día dedico mis dibujos arquitectónicos a negocios icónicos que han rodeado la Alameda de Hércules (el barrio donde yo vivo) hasta hace poco.
Dibujos de negocios que imprimiste en tu nueva línea de bolsos y mochilas. Me parece una manera muy linda de recordarlos.
Recordarlos y, de una forma, ser nostálgicos de algo bonito que no viví mucho por haber llegado “tarde”.
De momento tengo dos ilustraciones adaptadas para serigrafía en textil que es el Multicines Alameda en Tote bag y la Esfera Climática de la Expo ‘92 en mochilitas de tela. Decidí empezar con estas porque marcan dos símbolos sobre la historia y la vida cultural de Sevilla.
¡Qué guay este proyecto, Mathy!
Me quedo en la espera de tus novedades. Mucha suerte por todo!
Gracias, suerte a ti también!
Ps: aquí va ⏬ una pequeña inmersión entre las bailaores de Mathilde *-*
Comentarios